De una renuncia tajante con carácter irrevocable a un inesperado y polémico retorno a la titularidad de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) es el caso de Martín Godoy Rangel.
Una versión creíble del porqué regresa al cargo el que fuera uno de los brazos más fuertes del hoy ex comisionado Alfredo Castillo Cervantes es la que nos lleva a las sinuosas oficinas de Bucareli.
En la capital del país, convocados por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se reunieron los gobernadores, el sustituto, Salvador Jara Guerrero, y el electo, Silvano Aureoles Conejo.
En la sede gubernamental se planteó una generalizada situación sobre el tema de la seguridad en la entidad y de ahí no exactamente a la propuesta del retorno de Martín Godoy Castro a la PGJE.
De los presentes, no, no hubo demasiadas objeciones, de hecho ninguna, solo cierto temor de lo que podría causar la propuesta entre la oposición en territorio michoacano, sobre todo de los perredistas agraviados.
Se acordó el mecanismo para lograr situar otra vez en el principal cargo del área de procuración de justicia; la tarea no fue fácil, pero tampoco demasiada complicada, y la discusión la inició el actual mandatario.
Incluso, cuando se dio a conocer en los medios que Martín Godoy Castro era la propuesta para retornar a su más reciente cargo, las especulaciones de sus detractores alcanzaron síntomas de locuras:
“No, no es Martín Godoy, es Leonel Godoy; no lo quisieron en Jalisco; no que su renuncia era irrevocable; por qué no se lo llevó al ex comisionado a la CONADE; es un asesino y persecutor de perredistas”.
Y también había una incredulidad elevada a la quinta potencia que se fue disipando con iniciales endebles y posteriormente firmes declaraciones de aval del gobernador electo.
Y, casi todos los panistas se aliaron con micro minoría perredista, cuya coincidencia fue que Martín Godoy había falseado pruebas para encarcelar a figuras perredistas del gobierno de Leonel Godoy.
Al final, en el Congreso del Estado escasos pero violentos enojos de mujeres perredistas y de panistas para dar paso a una votación de aprobación esperada, Godoy era otra vez procurador
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